Hoy me toca hablaros de una de las series que he visto durante este verano. Como ya explique en la entrada modo vacacional, tuve que buscar una serie sustituta de Amar en tiempos revueltos, la cual ha sido pospuesta hasta el mes de septiembre para retransmitir primero el Tour de Francia y luego las diversas competiciones de los juegos olímpicos. Y la serie elegida para ocupar la franja de las 4 de la tarde fue la serie americana “Mad men”.
He podido ver las 5 temporadas de esta serie, en muchas ocasiones viendo más de un capítulo diario en la sobremesa e incluso viendo algunos capítulos más por las noches, ya que la tele en verano está fatal y porque no decirlo yo estaba enganchaditas a los de hombres y mujeres de Madison Avenue.
Os pongo un poquito de la trama, eso sin desvelar demasiado, por si alguien se anima a verla: Ambientada en el Nueva York de 1960, esta provocativa serie nos traslada directamente al corazón de la competitiva Madison Avenue, lugar de origen y edad de oro de la publicidad como la entendemos hoy en día. Un mundo conducido por el ego y cuyos protagonistas harán un arte de la venta después de haber vendido ya sus propias vidas. Mad Men es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era considerada una de las profesiones con más glamour de la época. Es un momento de gran ebullición en todos los sentidos; la manipulación profesional y el acoso sexual son parte del trabajo y de los negocios. Sterling Cooper Advertising diseña mejor que nadie las campañas de publicidad, tanto para empresas de tabaco como para candidatos políticos.
Aunque en un primer momento me sorprendió como se mostraba el machismo y lo políticamente incorrecto que eran los personajes, tras ver las 5 temporadas seguidas me he rendido a los pies de esta serie. Personalmente me ha gustado la trama de la serie que no decae en ninguna de las temporadas, así como la historia personales de los protagonistas que se mezclan con los hechos históricos acontecidos en la década de los años 60. Destacaría especialmente la puesta en escena, la ambientación, los trajes y peinados e incluso la elección de la banda sonora para el final de cada episodio. No en vano esta serie lleva cosechando cuatro años consecutivos el Emmy a la mejor serie.
Por último solo me queda deciros la evolución de los diferentes personajes es todo un enigma no tan previsible como parece en un principio, tanto el personaje principal Don Drapper como en el resto del elenco de personajes de la serie.
En fin una buena serie para ver ya sea durante los largos días de verano o las largas noche de invierno. Recomendable al 100%.
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