Aunque la llegada del otoño oficialmente fue el pasado 22 de septiembre, por Barcelona aún podemos disfrutar de días cálidos y noches suaves. Aunque es bien cierto que el otoño nos suele coger con la manga corta y algunos años incluso con el bikini pues el tiempo permite algún último bañito estival, la estación se acaba que llevamos abrigos incluso guantes, aunque por estos lares raramente nieve.
A pesar de estar asociada a una estación un tanto triste, por aquello de que hay menos luz diurna y el tiempo empeora, personalmente me gusta la estación otoñal pues es tiempo de recogimiento en el hogar. Como buena cáncer soy bastante hogareña y reflexiva, así que imagino que la estación se presta a que esté en mi estado natural: un tanto melancólica y recogida en mi caparazón que por extensión es el hogar.
El otoño para aquellos que les gusta la naturaleza ofrece una amplia gama de colores que van del verde al marrón, pasando por varias tonalidades rojizas y ocres. Vamos como una explosión de colores en los bosques de alta montaña. Es también el tiempo de la recogida de setas y castañas.
En fin es tiempo de cambios de armarios, reencuentro con las prendas invernales que estaban en lo alto de armario. También es la época propicia de tomarse un chocolate caliente arropado en la mantita mientras fuera en la calle cae una fina lluvia.
¿Os gusta el otoño? ¿Qué os evoca esta estación?